Valodia: Un astro que recupera su llama
ABELARDO OVIEDO
Sydney, 29 de julio del 2000. La capital de Nueva Gales del Sur, Australia, amaneció esa mañana de fiesta como en los días precedentes. Celebraba la máxima festividad de la familia olímpica.Ninguno de los habitantes de la bella ciudad, usualmente cercanos al baloncesto, la natación y el fútbol, imaginaban que en uno de los locales del centro destinado a las competencias de taekwondo, Ángel Valodia Matos, se convertiría en una leyenda de la disciplina al adjudicarse la medalla de oro por la victoria ante el alemán Faisel Enmutalli 3-1 puntos.
Después se apagó el moreno de 1,90 de talla, oriundo de la provincia de Holguín y también laureado en la Copa del Mundo. Él no desmintió el calificativo dado a la disminución de su llama: “Estuve un año sin combatir. Solamente entrenaba”.
“Gané la Olimpiada del Deporte Cubano, pero en el 2005 perdí la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de República Dominicana frente al norteamericano Steven López, campeón olímpico en Sydney, en la división de los 72 kilogramos. No estuve seguro en esa pelea”
.En Atenas sucedió un hecho poco usual. Todos los astros de la división de Volodia quedaron ubicados en el mismo grupo eliminatorio. El apartado fue denominado como de la muerte, porque alguno de ellos, irremisiblemente, se quedaría en el camino. Así sucedió, el cubano terminó el primer encuentro empatado a ocho unidades con el mexicano Víctor Estrada, pero los jueces vieron ganar al azteca. En la capital helénica lo multiplicaron temprano por cero.
Cuentan que después de aquella derrota decidió retirarse del deporte activo, pero lo convencieron para que desistiera. Ahora rinde culto a la frase guerrera vine, ví y vencí, pues ha dominado a sus oponentes en todos los controles de la preselección nacional que se prepara para los Juegos Centroamericanos y del Caribe; además de ocupar el primer escaño en la III Olimpiada del Deporte Cubano. Y piensa liderar el torneo de la cita regional más antigua del mundo. La respuesta acerca del peso que le quita de encima el retiro de Estrada fue cortante: “se salvó él...no yo. Quería encontrarlo otra vez”.
Casi inmediatamente de concluir en Cartagenas de Indias, Colombia, Valodia deberá seguir en el escenario de entrenamiento, pues en septiembre se celebrará el certamen clasificatorio para los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro. “Dicen que se aprieta un poco más el cinturón, pero no me preocupa. El rival más difícil allí será el norteamericano López. Como es lógico, tendrá la posibilidad de revancha, aunque yo opino lo contrario”, precisó.
Otra victoria sobre un renombrado contrincante sería suficiente para el holguinero, un tanto asediado por las lesiones y con todos los cetros de su disciplina en su dossier más cuidado.“Si la salud mejora, apostilló, continuaré hasta los Juegos Olímpicos de Beijing. Allí me resultará difìcil obtener el título, pero pienso estar en el podio de premiaciones”.
Recuerdo aquella tarde de Sydney cuando Valodia se convirtió en mi ídolo, y el de muchos. Era un momento muy duro para él: ese día el cuerpo de su madre se hallaba en la morgue. Muy pocos hombres son capaces de encaminarse hacia el éxito total con semejante desconsuelo. Por esa conducta, cuando deje de usar los atuendos de su deporte, se le recordará como un hombre íntegro, pleno y determinado.
Los contrarios lo tendrán como una pesadilla impredecible dentro del escenario de competencia.
1 comentario
Dionisio Burgos -
Pero la misma corrupción le dió el triunfo sobre Estrada en Sydney al Sr. Valodia. A Valodia ese día le contaron patadas cuando iba cayendo hacia atrás, ignoraron toques del azteca. El jueceo de TKD es un mercado.