SÍ, Entre los cuatro grandes de la Liga Mundial

ABELARDO OVIEDO

FOTO TOMADA DEL SITIO DE LA FIVB

Doblegar al adversario el día, a la hora y en el lugar adecuado, es también una legendaria máxima para los seleccionados aspirantes a conquistar lauros. Los voleibolistas cubanos cumplieron con esa incuestionable conducta, al superar a sus similares de Francia 3-0 sets (33-31, 33-31, 25-12) ante más de 15 mil personas reunidas en la Ciudad Deportiva capitalina y, así, lograron el éxito que necesitaban para regresar al grupo de los cuatro grandes de la Liga Mundial de Voleibol.
“Ahora vamos a batirnos en Belgrado”, comentó un aficionado a la salida de la instalación que sirve como escenario a la última semana de la ronda preliminar del clásico en la mayor isla de las Antillas.
Y es así. Luego de tres campañas de espera les corresponde a los antillanos porfiar por la cima del clásico anual en la capital de Serbia y Montenegro.
Un juego de voleibol puede caracterizarse de varias formas. Dos de ellas son atendiendo al aspecto técnico y al emotivo. En realidad en el cotejo entre caribeños y franceses, a mi modo de ver, sobresalió lo segundo. No resultó por el buen quehacer de la cancha sino que los dos bandos cometieron numerosos errores y ello propició abrazos en las pizarras y el surgimiento de marcadores poco usuales.
El colectivo técnico cubano, Roberto García, Antonio Perdomo y Raúl Diago, decidieron inscribir a la misma alineación titular empleada durante las subseries antes Bulgaria e Italia.
Raidel Poey, Yasser Portuondo, Pavel Pimienta, Yoandri Díaz, osmany Juantorena y Odelvis Dominico, iniciaron el encuentro con un quehacer inferior a lo esperado. Unas veces el pase fue demasiado separado y ello permitió a los visitantes prepararse mejor para el bloqueo. En otras, existió falta de sincronización y la esférica quedó en territorio cubano por causa de un jugador desechar golpearla, por considerar que era para su coequipero. La escasez de eficacia en el recibo provocó también costosas inexactitudes.
Pero como nunca cesó el apoyo de los aficionados, nuestros muchachos salieron del bache, remontaron un marcador de 8 unidades y se adjudicaron el primer tramo del partido.
En los dos segmentos posteriores ambos bandos se proyectaron con algunas deficiencias. Los anfitriones sacaron mejor provecho con los ataques desde la zona zaguera, especialmente por intermedio de Poey y Juantorena, así como bloqueos oportunos de Pimienta y Dominico.
Para algunos, los galos arrojaron la toalla en tercer parcial. Esa apreciación carece de solidez. En esa parte del juego el recibo de los vestidos de azul acusó un nivel medio bajo. En el voleibol actual es imposible sobresalir con una calificación de esa magnitud en ese parámetro.
Roberto García, el DT de Cuba, parecía sereno en la conferencia de prensa. Resumió el cotejo de la siguiente manera: “Fue un partido tenso en los dos primeros sets, porque los dos bandos cometieron muchas imprecisiones. La potencialidad de nuestro bloqueo decidió, pues el saque resultó muy eficaz.
“Estaremos en la final. Esa parte de la competencia presupone tener la cabeza fría. No pretendemos tener suerte sino demostrar el trabajo realizado.”
Su colega Phillipe Blain puntualizó: “Tuvimos varias oportunidades para ganar y las desaprovechamos. En el juego de despedida pensamos mostrar otro rostro”.
Un día antes del inicio del encuentro García apuntó que Poey sería un jugador más eficiente. Fue así. El muchacho fue el mejor anotador del conjunto con 22 puntos, muchos de ellos en momentos importantes del desenlace. Le siguió Osmany Juantorena con 14 y Henry Bell, 11.
A propósito, esta vez García meditó menos pasra hacer sustituciones. Bell fue enviado a la cancha en el primer set, cuando Portuondo exhbió baja calificación para imponerse, y continuó en la cancha hasta el final del choque. Tal vez el técnico ejecute esa filosofía con mayor frecuencia en los venideros debates. Con el aporte de todos se llega mejor al final de este túnel, nombrado Liga Munidal de Voleibol, cuyos programas se han extendido a 31 ciudades del planeta.