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Pintada dos veces de azul la Liga Nacional de Voleibol

Pintada dos veces de azul la Liga Nacional de Voleibol ABELARDO OVIEDO

Aceptable. Cualquier otro calificativo para denominar a la III Liga Nacional de Voleibol (LNV), clasificación masculina, sería una exageración. Sobre la cancha de la polideportiva Kid Chocolate los atletas del nivel alto rendimiento en el país, acusaron falta de notable rutina de juego.
El Ciudad de La Habana accedió a la cima del clásico. Para muchos expertos los azules resultaron un equipo diferente en la postemporada. Durante los tres cortejos frente al Santiago de Cuba en la postemporada, los integrantes de ese colectivo mostraron un mejor comportamiento en la defensa de campo y sobre la net. En reiteradas ocasiones, se produjeron constantes réplicas y la esférica permaneció en el aire más tiempo del usual. Tras esos largos pasajes del juego ellos muchas veces consiguieron el punto.
Tras el triunfo por 3 victorias sin derrotas frente a los orientales, el DT Ernesto Martínez reveló: “Fue un equipo distinto a la preliminar, porque se convencieron de que podían ganar la competencia. También reconocieron que la victoria se logra dentro de la cancha y no solamente por vestir una camiseta de prestigio. Trabajaron bien con el saque y mostraron estabilidad en la defensa. Saben más sobre el significado de la palabra rivalidad”.
Inexplicablemente, el Santiago de Cuba, , perdió el ritmo de juego que los había acompañado para terminar invicto en la primera fase de la competencia. La ansiedad, y la falta de comunicación entre sus jugadores, provocaron que algunos saques cayeran en zona vacía, o las recepciones fueran de baja calidad.
El técnico Marcos Tejeda fue claro en sus apreciaciones: “Sí, nos desinflamos. Sin un recibo consecuente es imposible dominar a un rival empeñado en vencer delante de sus seguidores. En esta parte de la competencia algunos jugadores hicieron menos de lo esperado por el colectivo técnico”.
Quien venció al Villa Clara no fueron solamente los rivales, sino la inconsistencia. Raidel Corrales, Airel Gil y Raidel González, iniciaron la competencia con unos puntos por debajo de su habitual rendimiento. Cuando los recobraron, el elenco caminó bien pero ya era demasiado tarde, pues debían jugar para casi cien por ciento en la tercera ronda. Esta será una gran experiencia para Raúl Diago como entrenador. Las temporadas cortas son muy exigentes. El puesto de mando debe tener muchas fórmulas para lograr, temprano, altos rendimientos de sus discípulos.

Sin dudas el seleccionado más amado por la afición fue el Pinar del Río. No solamente porque era el menos fuerte de los cinco contendientes, sino porque sus jugadores demostraron apreciables cualidades.
No obstante la desventaja en la talla, 1,85 metros, desarrollaron una eficaz táctica para evadir el bloqueo. Siempre estuvieron dispuestos a minimizar al rival mediante el saque. Y cometieron pocos errores —para su preparación— en la protección de su terreno.
El Matanzas estuvo colmado de atletas juveniles. La federación cubana espera un buen resultado de ellos en la cita ecuménica. Ellos enseñaron alguna destreza. Los observadores estarían más satisfechos con su actuación, si hubieran replicado con mayor profundidad a los dos colosos.
La LNV quedó pintada de azul, por causa de los éxitos de los equipos de Ciudad de La Habana. Dejó varias interrogantes. La mayor de todas: ¿tendrá un carácter anual y una adecuada cantidad de juegos?

1 comentario

noelia albala -

voleibol me encanta y juego ene colegio con mi maestro ledoy las gracias