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PASO DOBLE ESPAÑOL EN FLORETE (M) EN COPA IBEROAMERICANA

ABELARDO OVIEDO

Quizás muy pocos esperaban que sucediera, pero al terminar las mangas establecidas para los combates semifinales de florete, clasificación masculina, los nombres sobresalientes fueron los de Gabriel Menéndez y Juan Carlos Cherubino.
Los españoles superaron, por el orden, al portugués Joao Gomes por 15-8 y al cubano Abraham Orelly 15-10 toques.
En pos de la medalla de oro echaron rodilla en tierra para agenciarse el pergamino, pues hace poco que terminaron en la categoría juvenil. Cherubino, un tirador de raro estilo pudo confundir también a su coequipero y alcanzó el cetro gracias a un marcador de 15-13 toques.
Sin embargo, el apoyo femenino persiguió a Menéndez hasta los camerinos del hotel Habana Libre Tryp, escenario de la I Copa Iberoamericana de Esgrima. Entonces, es lógico apuntar que fue el campeón sentimental de muchas jóvenes, incluso de aquellas turistas que no lo conocían pero les agradó su constitución física, o su rostro...váyase a ver.
Jesús Esperanza, el DT de los dos, cumplió con la máxima ética. Abandonó el espacio dedicado a la competencia durante el combate. Luego regresó y conversó con ambos.
A los reporteros les contestó varias preguntas: “Este es un torneo conveniente para toda Iberoamérica. La técnica apreciada en las diferentes armas ha sido buena”.
Durante todas las rondas del certamen el técnico le sugirió paciencia a sus alumnos. Explicó el por qué: “Significa, como es lógico, no apresurarse. Pero en el caso de la esgrima, es un llamado para que recuerden que estamos en un período de adaptación al tiempo estipulado para el asalto. Considero más sensato que ahora el esgrimista espere al contrario y así dispondrá de mayor tiempo para estructurar su ofensiva”.
Esperanza confirmó que todos los espadachines españoles participarán en la Copa del Mundo Villa de La Habana, evento que se efectuará en la misma instalación turística.
“Esa competencia, dijo, es ya una palabra mayor. Nosotros trabajamos para formar un relevo generacional para la esgrima de nuestro país. Proponernos metas tan altas es una exageración. Me alegraría mucho si alguno de los muchachos se ubica entre los ocho primeros, porque anunciaría que estamos cerca ganar una medalla olímpica, de aprobar la asignatura pendiente de nuestro deporte”.

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