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¡Hellas!…¡Hellas!…gracias Latinoamerica

¡Hellas!…¡Hellas!…gracias Latinoamerica ABELARDO OVIEDO

Luego de ciento cuatro años, la máxima fiesta deportiva regresó a Grecia, la nación incuestionablemente reconocida como cuna de los Juegos Olímpicos. Y en la capital de esa nación varios de los atletas de esta parte del mundo que no comprende a Estados Unidos y Canadá, tuvieron cierto protagonismo.
La mayor de las Antillas quedó en el escaño once con 9 títulos, 7 subcampeonatos y 11 medallas de bronce. El otro país de la subregión ubicado entre los veinte primeros fue Brasil (4-3-3). Los restantes quedaron más allá del peldaño treinta y ocho.
Todas las actuaciones de los atletas cubanos tienen igual valor, porque fueron precedidos de un alto nivel de entrega. De ellos sobresalen varios, cuya connotación se recordará aún dentro de cuatro años en Beijing 2008, la próxima sede de los Juegos Estivales.
La cubana Yumisleidi Cumbá, 19,59 metros, se convirtió en la primera campeona del deporte rey. Después del concurso efectuado en el estadio de la ciudad de Olimpia, recibió la noticia de que en lugar de ser la subtitular en impulsión de la bala era la campeona porque la atleta rusa Irina Korzhanenko (21, 06) dio positivo en una prueba antidoping.

Cumbá, 11 de febrero de 1975, es la hija de un país nominado como del Sur, pero que ofrece notable impulso al deporte desde el año 1959. Precisamente, de la unión de todos los dígitos de la cifra alcanzada por ella, surge el mismo guarismo que marca el año de nuestra definitiva independencia. Y su rendimiento alcanza trascendencia mundial, además, porque sucedió en un escenario vedado a la mujer por espacio de 1600 años.
Aunque nueva en el programa olímpico, debutó en la capital de Nueva Gales del Sur, desde la preliminar el debate en lanzamiento del martillo se caracterizó por un denodado esfuerzo de las competidoras.
Las cubanas Yipsi Moreno y Yunaika Crawford se insertaron sin complejos en la controversia más enconada en el clásico, y con disparos de 73,36 y 73,16 metros, respectivamente, se adueñaron de las posiciones dos y tres. La rusa Olga Kuzenkova (75,02) dominó con otro límite para la especialidad.
Imposible borrar de la memoria que otras cuatro participantes quebraron la plusmarca olímpica (71,16 metros) lograda por Kuzenkova en Sydney 2000): Betty Heidler (ALE-73,16) , Camila Skolimowska (POL-72,57), Olga Tsander (BLR-72,27), Wenxiu Zhang (CHI-72,03).

Al final de cualquier largo camino en la vida siempre quedarán satisfacciones. Eso lo confirmaron Osleidys Menéndez y Anier García.
La nueva soberana, al igual que lo consiguió Caridad Colón en 1980, desbarató temprano las opciones de triunfo de sus rivales. Con un envío de 71,53 metros en el primer disparo les propuso que discutieran el segundo escaño. Ese palmarés quedaba a sólo un centímetro del límite mundial impuesto por ella en la isla griega de Creta, en 2001.
Las otras cubanas presentes en el concurso fueron Sonia Bisset (5to-63,54) y Noraida Bicet (7mo-62,77). En Sydney la mayor de las Antillas también tuvo a tres concursantes en la conclusión olímpica de esa especialidad
Cuba no ganaba una medalla de oro en lanzamiento de la jabalina desde la cita de Moscú en 1980. Osleidys hizo su comentario: “No sucederá así en lo adelante. Las atletas de hoy tiraremos tan duro y con tanto corazón como lo hizo Caridad Colón.”
Anier García, el campeón defensor en los 110 metros con vallas, sigue en la cima de su especialidad. Fue medallista de bronce por su incalculable 13,20 segundos.
“Esta medalla de bronce es la presea de mi vida. La quiero tanto como la de oro que gané en Sydney, porque estuve año y medio sufriendo lesiones que me impidieron entrenar sistemáticamente Para llegar en ese puesto me ayudaron hasta mi hijo Anier Jr. Los médicos corrieron conmigo estos 110 metros, y ellos lo saben muy bien, pues se dedicaron por entero a mi recuperación.”
El asiático Xiang Liu también hizo historia en el óvalo ateniense. Es el primer atleta chino que gana ese evento en la historia de la fiesta. Pero además, suscribió en grandes caracteres su patronímico porque con los 12, 91 conseguidos destrozó el desafío del británico Collin Jackson (12,95), impuesto en la cita de Atlanta en 1996.
La escuela cubana de boxeo hace historia en cada edición, siempre y cuando los jueces juzguen la pelea que aprecian los aficionados in situ y los televidentes.
Aunque en la apertura del concurso muchos de sus púgiles enfrentaron a rivales de Rusia, también muy rankeados, desbrozaron el camino y regresaron a casa con un dossier que incluyó los cetros de Mario Kindelán, Guillermo Rigondeaux, Yuriolkis Gamboa, Yan Bartelemy y Odlanier Solís.
El béisbol apasiona en Cuba tanto como el fútbol en Brasil. Cualquier cubano dice: “Esa es la única medalla de oro que no puede faltar”. La joven novena tricolor demostró extamina en los momentos importantes de los cotejos difíciles y reconquistó el lauro perdido en la capital de Nueva Gales de Sur.
Los canoístas Ledy Frank Balceiro e Ibrahim Rojas continúan en la preferencia. El foto finish definió que esta vez fueran segundo lugar, pero en la libreta de anotaciones de cada experto rezan sus nombres como referencia a uno de los templos de la disciplina. Ninguno de sus colegas de América, y de otros continentes, han llegado tan lejos.
Muchos rostros en la Isla se endurecieron tras constatar que el equipo cubano de judo, clasificación femenina, no obtuvo un solo título dorado. Es injusta esa postura, porque esas muchachas cedieron ante estelares de su disciplina. No puede olvidarse que Japón es la primera nación en los deportes de artes marciales y se adjudicó su mejor actuación en estas lides.
Existen datos que no son computados oficialmente. Pero ningún equipo de voleibol de mujeres ha sobrevivido en una competencia de alto entorno, tras jugar cinco partidos extendidos a cinco sets.
La nueva versión de las Espectaculares Morenas del Caribe logró ese palmarés. Esa medalla de bronce es sinónimo de abnegación y también de advertencia. En el venidero ciclo dejarán de ser un competidor más. Serán un azote para sus contrincantes, como fueron sus predecesoras entre 1992 y 2000.
Yandro Quintana resultó el único luchador cubano que ascendió a lo más alto del podio de premiaciones. Si él y sus coequiperos de la disciplina logran “trabajar mejor cuando el oponente esté sobre el colchón”, en Beijing 2008 ese deporte obtendrá más éxitos.

Chile fue el primer país de Latinoamérica en conquistar el título en la cita. Nicolás Massú es el deportista insigne de esa nación por su doble en tenis de campo.
La Argentina se llenó de emoción por los cetros en baloncesto y fútbol. En análisis puede ir a más. Allí quedó demostrado que cuando un atleta siente por su camiseta es invencible. Juan Manuel Ginobilli se desdobló sobre la cancha de baloncesto. Unas veces fue verdugo y otras propiciador de encestes de leyenda. Scola muy responsable del ajetreo debajo de los tableros y a la ofensiva. Todos los integrantes del equipo funcionaron como un cronómetro de alta precisión. Argentina es la única formación que ha vencido dos veces a los astros estadounidenses en este cuatrienio.
El Kili González y Carlos Tévez fueron oportunistas para batir al guardameta y serenos para entregar el balón a los espacios desprotegidos sobre el terreno de fútbol. El tercer lugar de las hockeístas también supo a gloria.
Dos astros de Latinoamérica en campo y pista brillaron en sus respectivas pruebas. A Ana Gabriela Guevara (MEX-49,56-2da) no le fue igual que a Félix Sánchez (DOM-47,63-1ro), porque se le interpuso otra vez a la bahamesa Tonique Williams-Darling con 49,41 segundos.
La azteca dijo a sus seguidores que dominaría en la temporada de 2005. De ser así, doblegará a la caribeña en la venidera cita mundialista y destrozará el imposible de esa prueba que instauró la francesa Marie Jose Perec con 48,25 segundos en Atlanta 1996.
Sánchez consiguió la mejor marca de la temporada y dejó a sus espaldas al jamaicano Danny McFarlane (48,11) y a Naman Beitia (48,26). Es rey, pero todavía no le pueden llamar Superman con una voz muy estridente, porque no logró batir el primado olímpico y mundial del afronorteamericano Keving Young (46,78 segundos), impuesto en Barcelona 1992.
Se renovaron casi todos los rostros en el podio de premiación de las pruebas reinas del deporte rey para damas y caballeros. Un mutis de 90 mil personas reunidas en el escenario sirvió de prólogo a las carreras. Y esos mismos espectadores, luego, le regalaron una ovación al ganador y a sus escoltas.
El Caribe mostró sus fortalezas en esos eventos porque siempre tuvo a más de un competidor.
La lid de 100 metros para damas fue tan excitante como siempre. La figura más importante en esta versión de la fiesta deportiva estival fue Yulia Nesterenko (10,93 segundos ) . Verónica Campbell (JAM-10,97) fue tercera. Aleen Bailey (JAM-11,05-5to), Sherone Simpson (JAM-11,07-6to), Debbie Ferguson (BAH-11,06-7mo)
Verónica Campbell (JAM-22,05) pasó en primer lugar la línea de sentencia en 200 metros. La bahamesa Debbie Fergunson en tercero con 22,30 y Aleen Bailey (JAM-22,42-4to)

El nuevo cohete en los 100 metros llanos es Justin Gatlin, quien logró su mejor tiempo de por vida (9,85) antes de cruzar la meta escoltado por Francis Obikwelu, de Portugal, con una centésima más. El tercer lugar correspondió Maurice Greene, campeón en la capital de Nueva Gales del Sur con 9,87 segundos. Ato Boldon (TRI-9,89-segundo -Sydney) estuvo ausente de esta controversia, porque corrió para un insuficiente 10,41 en una eliminatoria. La participación caribeña fue así: Asafa Powell (JAM-9,94-5to), Kim Collins (SKN-10,00-6to), Obadele Thompson (BAR-10,10-7mo).
En el doble hectómetro el dominador fue el afronortemericano Shawn Crawford con 19,79 segundos. Fue seguido por sus coequiperos Bernard Williams (20,01) y Justin Gatlin (20,03). Y nada, quedó distante de ese imposible que impuso su coterráneo Michael Johnson (19,32), en Atlanta 1996. Ningún caribeño en ese segmento.
A mi modo de ver, Brasil sufrió varios inconvenientes. Uno, la derrota de sus voleibolistas en semifinales. Otra, la agresión sufrida por el maratonista Vanderlei Da Lima cuando se encaminaba hacia la gloria. La tercera, el revés ante Estados Unidos en fútbol femenino.
Y la nación sudamericana logró triunfos que tienen tanta magnitud como la samba. Los equipos de varones de voleibol, tanto en sala como en la arena, revelaron un poderío singular en deportes con pelota.
En la cuna del olimpismo también desaparecieron numerosos récords para la cita y universales. Muchos atletas que no resultaron triunfadores alcanzaron en la capital griega sus mejores resultados personales o de la temporada.
Quizás fueron menos plusmarcas que en otras versiones de la fiesta deportiva cuatrienal. Pero se acepta porque como el Comité Olímpico Internacional y los organizadores realizaron una encomiable batida contra los tramposos. Los nuevos palmarés están repletos del juego limpio, la divisa fundamental que promueve a la reunión deportiva cuatrienal de la juventud.

¡Hellas!... ¡Hellas!...Gracias Latinoamérica

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